3.Sandra y Antonia





Cuando Sandra conocio a Antonia no había manera de quitarle ese aire de misticismo de yoga y vegetales que le había metido su anterior novia, Arantxa, quiromasajista y devota de todo lo relativo al Reiki. En aquella discoteca de lesbianas Antonia llamaba la atención por no querer llamarla. Su zumo de naranja entre las manos ocultando el vaso, como si así se pudiese esconder todo su cuerpo que era centro de gravedad del peso de las miradas de todas las bolleras sedientas.

Sandra había salido de un matrimonio de corta duración al mismo tiempo que salía del armario. Era tranquila, femenina y tenía cierto aire de belleza antigua, de las que ya no se ven. Al salir de la discoteca en la que como casi todas las demás se había fijado en Antonia, ésta salió detrás. Tímida y abatida por no haber conocido a nadie de interés salió con su zumo de naranja en la mano.

- ¿Tantas ganas de vitamina C tienes?- Le dijo entre risas

Al contemplarse Antonia empezó a soltar una carcajada. Risas que se unieron. Taxi que compartieron y cama también.


Antonia sólo habia conocido a tres mujeres en la cama, y sólo habia tenido tres novias. Mujer con la que se acostaba mujer con la que se emparejaba fiel y dependientemente. Así que después de aquel fortuito encuentro sexual, le pidió amor para siempre a Sandra.


Amor para siempre tras la primera noche y con una mujer policía...


Sandra no se pudo negar

3 comentarios:

Club dijo...

vaya interesante... me gustan tus relatos cortos

Anónimo dijo...

MEjor que no intentes que cada spot sea un relato corto, haz que la historia continúe... interesa!!!

Anónimo dijo...

K EMPACHAZO DE ROLLO HOMOSEXUAL....UN POQUITO DE MEDIOCRIDAD PARA LOS HETEROS,PLEASE.