Desde pequeño siempre me ha gustado jugar con el lenguaje. Mi madre lo percibió muy pronto. De niño sabía nombrar los objetos pero aposta les cambiaba el nombre para no tartamudear. En seguida me di cuenta que el lenguaje escondía algo incestuoso.
Con las palabras se nombraba o se desfiguraba la realidad; pero algo dentro de mí me hacía tartamudear cuando lo que pronunciaba estaba más cercano a lo verdadero. Cuando me inventaba el nombre de las cosas nunca masticaba torpemente las palabras, pero cuando nombraba lo más real me atascaba con los términos. Se me colgaban las palabras en los labios.
Tal vez fuera porque miraba a través del ojo de una cerradura a las palabras para ver qué escondían detrás, y eso me producía culpa. En la adolescencia entendí que los adultos con el lenguaje trataban de comunicar algo, y también de ocultarlo. Por eso cada vez me atraían más los vocablos. Estaba completamente seducido por ellos.
En mi pubertad, una tarde en la que miraba las palabras a través de la cerradura, decidí meterme dentro y levantarle la falda a las palabras. Descubrí que las palabras eran una carta de presentación y a la vez un escudo con el que proteger una imagen indeleble. Entonces no volví a tartamudear más.
Con las palabras se nombraba o se desfiguraba la realidad; pero algo dentro de mí me hacía tartamudear cuando lo que pronunciaba estaba más cercano a lo verdadero. Cuando me inventaba el nombre de las cosas nunca masticaba torpemente las palabras, pero cuando nombraba lo más real me atascaba con los términos. Se me colgaban las palabras en los labios.
Tal vez fuera porque miraba a través del ojo de una cerradura a las palabras para ver qué escondían detrás, y eso me producía culpa. En la adolescencia entendí que los adultos con el lenguaje trataban de comunicar algo, y también de ocultarlo. Por eso cada vez me atraían más los vocablos. Estaba completamente seducido por ellos.
En mi pubertad, una tarde en la que miraba las palabras a través de la cerradura, decidí meterme dentro y levantarle la falda a las palabras. Descubrí que las palabras eran una carta de presentación y a la vez un escudo con el que proteger una imagen indeleble. Entonces no volví a tartamudear más.
54 comentarios:
Qué sugerente, Soport.
¿Podías decir la palabra "palabra" sin pro-pro-problemas? Las pa-palabras que empiezan por "P" pre-pre-sentan muchas dificultades al tartamudo, en general.
Por eso comencé a pe-pedir carne en vez de pe-pe-peeeeescado, y hasta hoy
hoy me comentaron que volveríamos después de la semana de pasión, y yo me quede pensando, besos
Se esconde tanto detrás de las palabras, son unos sonidos que suenan, se leen, pero son simplemente la punta de un iceberg.
Y a mi que me gustan las cosas claras y el chocolate espeso.
Besos de uno que también tartamudeaba y mucho.
Bonita seducción la de las palabras, con todos los efectos del amor, hasta el tartamudeo.
Me has traído a la mente estos versos de García Montero:
Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.
Un be-be-so
Me gustó mucho este texto, es maravilloso como desentrañas el valor y el peso de las palabras, lo que descubren y lo que ocultan.Te felicito.
Gracias por el amable comentario que me dejaste.
Ya me tienes como seguidor.
BESOS
Con tartamudeo o sin él, que sensación tan maravillosa la de ver que una criatura empieza a domar lo que oye y a utilizarlo para decir cosas.
Pues yo me hago entender con una mímica colosal, porque aún llevo puesta la traqueostomía.
28 signos que dan para todo un universo, incluso cuando ya no estemos Sopor.
De lo mejor que te he leído amigo.
Un abrazo.
A veces es mejor ser decidido y dejar de hacer de simple "voyeaur".
Se obtienen recompensas decisivas.
:0)
Muy original, como siempre
Un abrazo
Pensé en alguien con disléxia pero luego me gusto mas la idea de alguien que conoce de cerca el significante de cada significado.
Hola gracias por pasarte por mi blog!
Me ha gustado la forma de escribir, de jugar con las palabras, de describir escenarios a medio camino entre la realidad y lo intangible...
Empezaré a leer entradas antiguas, aunque el fin de semana, cuando todo es más calmado...
Un saludo!
Claro. A las palabras hay que levantarles la falda como ya bien dijeron también Ángel González y Oliverio Girondo. Y, seguramente, bajarles los pantalones a los palabros.
Debe de ser que, efectivamente, tienen algo de escudo con que proteger imágenes indelebles.
Cuando no se hace acabamos tarmudeando.
Un abrazo.
Adoro las letras, los signos de puntuación que dan lugar a frases y estás a párrafos o versos y las palabras dan con una historia...y todo el más bello. besos y gracias por comentar
Igual te suena raro, pero el texto me ha parecido bastante inquietante hasta llegar al último párrafo... en serio. Me ha gustado, aunque creo que las palabras tanto como verdades como ocultadoras de verdades no son prerogativa de los adultos.
Saludos
Los eufemismos y las palabras tabúes esconden el miedo a la verdadera realidad.
Has explicado de una manera perfecta en tu narración el poder de las palabras. Nombrar, a veces, es hacer realidad lo que se dice.
Besos.
Yo nunca le levantaría la ropa a las palabras que llevan levita, sombrero, chaleco y bastón con puño de marfil. Tengo miedo de descubrir que debajo solo existe el vacío.
Tornillitos, lo tuyo es mucho, muchísimo peor que lo mío eh?? A mi las palabras me ponen, pero no tanto tanto tanto que quiera levantarles la falda ;)
Un beso muy grande
Yo diria que le buscas las tres patas no un gato a las "palabras".
Pero decir palabra es decir, pensamiento, decisión, sentimiento,decepción, observación.. y un montón de CIONS que todas juntas forman una sola "yO" O UN "tu".
Besitos Soport aún contracturados
Bueno, me pido vez para mirar a las palabras por el ojo de la cerradura...
Las palabras son misteriosas, es misterioso siempre cómo se combinan para formar frases y párrafos, una extraña y fascinante geometría, y en cada idioma curiosos sonidos y pronunciaciones al ser leídas...
Bonito texto.
Besotes.
las palabras...ese preciado tesoro sin el que no podriamos vivir (literalmente,algunos). besos.
las palabras...ese preciado tesoro sin el que no podriamos vivir (literalmente,algunos). besos.
Cada día escribes mejor, niñaco...
Me alegro qe haya personalidades inteligentes que hayan entendido el texto. Yo ahora, que lo releo de nuevo, no me entero.
Saludos desde mis tornillos.
¿Es BEcquy in fuxia tartamuda? ¿Por qué repite tanto?
El relato es bastante feo, y no dice nada que no sepamos. Lamento ser tan impertinente, pero luego me confieso, y no pasa nada.
Y lo que pesan o aligeran las puñeteras.
Y qué bien las juntas, Soport.
Estoy encantáda con tu blog.
Seguiré leyendóte más a menudo.
Cuándo puedas visita mí blog: Viviane's
Te sigo ahora.
Saludos
Gracias por visitar mi blog!
Deseo a ti un bueno fin de semana.
Saluditos
:)
Jajajaja... pero si yo a Nicolasa la adoro, que es de mis actrices favoritas y tengo una sección de mi videoteca dedicada sólo a sus pelis. De verdad.
Las palabras, en ocasiones, tienen vida propia ... y eso puede llegar a aterrarnos.
Así que le levantaste la falda a las palabras... No nos cuentas del todo lo quew viste... No sería como levantar una falda a un escocés?
Sí a la vida.Sí a la vida.Sí a la vida.Sí a la vida. Sí a los linces. Sí a los linces. Sí a los linces. Sí a los linces.SIDA la vida.SIDA la vida.SIDA la vida.SIDA la vida.
a mi me gusta jugar con ellas, buscar la palabra perfecta para probocar un doble sentido ;) Un beso
Gracias a todos por vuestros comentarios. Me pasaré por vuestros blogs, como suelo hacer. Besos tornilllosos.
Así son las palabras, todo un mundo y hasta podemos hacer el amor con ellas.
Por eso es tambien que no son tan simples de manejar.
Saludos desde muy lejos
Me ha gustado mucho esta entrada dedicada a las palabras. Me siento totalmente identificado con lo que dices, incluso en eso de levantarle la falda a las palabras.
Yo creo que le levantó las faldas a las palabras, vio que en vez de "pipa" lo que había es una buena "arma" y se le quitó la tartamudez de pronto...
a veces nos enseñan a ser tartamudos, otras nos hacemos pasar por ellos y solo cuando queremos, pronunciamos la palabra tal como es.
de a poco uno aprende a diseccionar las palabras, muchas veces sentimos la necesidad de realizar una necropsia de ellas para ver que esconden en realidad, podemos matar palabras, reordenarlas y darle el significado que creemos se merecen...
Por una vez en la vida somos dueños de lo intangible
Muy bueno, me encanta cuando escribís este tipo de historias
Hola, te extraño por el barrio
Saludos
Yo, sin embargo, sigo tartamudeando. Un abrazo. Romek.
¡Qué bien escribes! ^_^ ¡cool!
Vos sos todas las palabras, Sopor.
Precioso texto!!
Besos.
Qué chulo!
A mí las palabras me seducen y mucho, además, si están bien dichas o bien escritas me pierden del todo...
Besos borrascosos
Todo un mundo oculto detras de las palabras.
Buen texto.
Besos
Me ha gustado lo incestuoso del lenguaje. Muy freudiano.
Fantástico!!!!
Una vez más coincidimos en un post con un juego de palabras... El tuyo mas nostálgico y poético, el mío un poco más loco....
Pero tu amiga maritoñi me visita aunque tu ya no.... ¿Igual he dejado de ser lo suficiente tuberculoso? ay! Palabras.
Bezos.
Hola, Soport.
Pues a mí me ha encantado tu relato. No estoy de acuerdo con Maritoñi.
Es enigmático y algo críptico-lacaniano para mi gusto, pero eso forma parte de su encanto.
Sigue.
Besos.
Simplemente bello
Salud
Lane
Admirado Soportándome:
Entiendo a la perfección el trasfondo de tu relato, con esa sutil ironía tuya desafiando lo indesafiable.
Eres muy perspicaz y sólo alguien como tú es capaz de transmitir en un cuento de apariencia anodina tanta verdad. Eres mordaz y satírico.
Deberían contratarte para escribir cuentos infantiles llenos de publicidad subliminal dirigida a los padres. Ataques al PP, al PSOE, al PAPA y al PEPE. Sólo tú eres capaz de conseguir algo así.
Yo no le levantaría nunca la falda a las palabras. Nunca se sabe qué te puedes encontrar.
Mejor dejar el misterio. Sí me gusta mirarlas a través del ojo de la cerradura, pero nunca me ha provocado culpa. Bueno, ahora que te lo he leído a ti... me está empezando a dar...
Lo bonito de las palabras es el hecho de manejar la realidad y tanto puede desvelarse como ocultarla. Desgraciadamente vivimos en un mundo donde la palabra se utiliza para comunicar lo que no se piensa para que hagamos lo que en realidad no debemos. Pero me alegro de que todos podamos utilizar nuestra palabra como arma contra la palabra manipuladora de todos nuestros gobiernos de mierda.
Saludos,
Romek
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