2.Antonia López






Antonia Lòpez era policía por vocación y lesbiana también por vocación. Su infancia había transcurrido entre un padre sádico, una madre caótica y un hermano perverso. Creció rogando a los dioses que su vida estuviese regida por algún orden. Soñaba que alguien la salvara por las noches de las peleas y gritos que se veía obliaga a escuchar. Y a veces condenada a observar. Se convirtió en policía intentando que la vida de otros tuviera mejor color que el triste gris de su familia. Al jurar bandera, se prometió a sí misma que lucharía para que se pudieran encerrar a personas como su padre y su hermano. Defensora del orden, como una heroina se imaginaba ella desde pequeña.



Le gustaban los comics de superhéroes en su infancia, y tras conocer a su primera novia se volvió vegetariana, leía libros de Feng-Shui, hacía yoga y terminó pensando que la vida se regía por alguna fuerza sobrenatural. Antonia llevaba a todas sus investigaciones una cabeza de ajos. Al principio algunas compañeras se burlaban a escondidas pensando que llevaba una cabeza de ajos en el bolsillo para fantasear que tenía un verdadero paquete masculino. Pero es que la mujer policía era verdaderamente supersticiosa. Solamente los compañeros que habían estado en alguna misión y habían pasado una noche compartiendo habitación o en la habitación de al lado sabían que Antonia dormía con la cabeza de ajos debajo de la almohada.


Aquella mañana estaba sentada repasando el último detalle de su traje de policía. Estaba deseando que le propusiesen una misión especial cuando el teniente Paco le comunicó que una señora muy alarmada acababa de hacer una llamada porque había un cadáver en la playa de Portonovo. La pobre señora había ido a pasear por la playa con su nieta cuando se encontrarón un cuerpo muerto con lo que parecía ser una puñalada en el pecho.




- Vamos a echar un vistazo Antonia, tiene muy mala pinta lo que cuenta esa señora...


- Vamos - Se recolocó la gorra de policía y antes de salir de la comisaría se echó un guiño frente a un espejo. Sus deseo se había convertido en realidad. Por fin una misión especial.

2 comentarios:

Yago dijo...

Espero que los ajos los lleve en el bolsillo y no le dé por comerlos cuando le venga la ansiedad. Mataría a los criminales con su aliento.

Rocío dijo...

Buen giro. Pensaba tras leer el primer capítulo que el policía- le venía al pelo con semejante descripción- terminaría ligándose a Antonia. Todo puede ocurrir, pero al introducir que era lesbiana por vocación (muy bueno esto) ya nada es previsible.

Sigo...