LO PRIMERO que veo al despertarme son unas letras en la funda de la almohada. Forman líneas y líneas de palabras. La tela parece estar compuesta por páginas de libros, unas horizontales otras verticales. Leo al azar “la estructura gramatical”, y por otro lado “operación matemática”. Cuando me dispongo a leer con más calma alguna de las páginas de la funda de la almohada me doy cuenta que las sábanas también están escritas. Tanta tela impresa con la que me he estado rozando toda la noche me causa inquietud. Además esto me suena a que me ha ocurrido en otro momento, como un dejá-vu, pero no me dejo llevar por la sorpresa y continúo investigando. En las sábanas empiezo a leer “sueños húmedos” y corriendo intento leer otra página y el título de otra me atrapa “Bajo tu falda”. Empecé a dejar de interesarme por lo que dice la funda de la almohada, que aburrido, eso deben ser cosas relacionadas con las clases. Sigo leyendo por uno de los dobladillos de la sábana encimera “La mayoría de los jóvenes presentan poluciones nocturnas…” y no se puede seguir leyendo a no ser que rompa el dobladillo. Necesito unas tijeras para cortar el hilo que atrapan las palabras. Miro a ver si hay alguien en casa. Salgo de mi dormitorio; –confirmado- nadie en casa y nadie en las escaleras.
Vuelvo a mi habitación y desde la puerta considero el fenómeno. En la almohada están las páginas aburridas y en las sábanas están escritas las cosas verdaderamente interesantes. Me acerco a leer con más detenimiento. “Cuba consiguió la independencia cuando….” por un lado, “La separación pacífica de Eslovaquia y la República Checa se llevó a cabo en…”; evidentemente en la almohada están los libros de mis asignaturas. Me pregunto si habré sudado todo lo que llevo en mi cabeza. A veces me suda mucho la mente cuando duermo y me despierto con la almohada llena de sudor. Pero creo que es la primera vez que se derraman las letras con el sudor. Espero que no se me olvide todo lo que he aprendido sobre la separación de las células del examen de biología de mañana. A ver, sí, aquí está “Mitosis y meiosis” y también me acuerdo de la lección. Qué alivio, las cosas pueden estar a la vez en mi cabeza y escritas fuera, llegué a pensar que se habían desparramado todos mi conocimientos por la almohada.
Vuelvo a las sábanas y lo primero que me encuentro son una poderosa frase entre exclamaciones “¡Las tetitas de Sandra! “, esto se pone cada vez más interesante. Sobre una arruga recorre casualmente una línea que me dice “Sin más instinto que el que me sale desde tu humedad”. Da la impresión que se hubiese arrugado la sábana a propósito para remarcar esta frase, porque con sólo leerla creo que estoy teniendo una erección. Esto me intriga cada vez más. Estoy dispuesto a deshacer el dobladillo para enterarme de cómo continúa la frase “La mayoría de los jóvenes presentan poluciones nocturnas…”. Busco rápidamente las tijeras.
Vuelvo a tener la experiencia intensa de haber vívido esto con anterioridad. No hago caso y vuelvo a las sabanas. Me siento en la cama y dejo las tijeras justo entre las sábanas y la almohada, enrte la unión de la realidad del bachillerato y la verdad emocional. Porque de lo que sí estoy seguro es que en las sábanas está escrito la verdad, sin lugar a dudas lo más sincero, la verdad de verdad. Porque lo que me pasa con Sandra sí que es auténtico, y no es tan verdad lo de la estructura gramatical. Pues en esta frontera entre lo intelectual de la almohada y el deseo de las sábanas se caen las tijeras abiertas. Una de las puntas en la almohada y la otra en las sábanas. Un hilo sale lentamente de la sabana y otro sale de la funda; los dos exactamente del mismo color. Toco el hilo que sale de la almohada y parece frío, sí, está como congelado. El otro hilo está ardiendo y empiezan a trenzarse ambos. Se están uniendo la sábana y la funda de la almohada, llegando a formar una cuerdecita que poco a poco se convierte en una cinta, y de la cinta se abre un pañuelo en el que se puede leer “Y la alegría empieza a asomar por los pechos de la profesora de Lengua”. No imaginaba que me iba a encontrar a la profesora de Lengua entre mis sábanas. El mundo es un pañuelo.
-Carlos Javier, despierta que ya son las nueve, y vas a llegar tarde a clase. Tienes dos bollos de leche junto al café, a ver si te gustan.
Mi madre me rebana el sueño. Esperaré a que se vaya al trabajo para que no me vea llevar los calzoncillos a la lavadora.
20 comentarios:
Deja vú!! Deja vú!! Yo ya he leido algo parecido ¿lo he leido? ¿lo soñé? ¿Lo aluciné?... no... definitivamente, creo que esto no es nuevo...
¿No tenias otro relato (mi favorito) de una chica a la que le viene la regla, y acaba acuchillando a alguien? Lo quiero ver publicado, con diseños de Efter incluidos, of course.
No coño... algo he hecho mal.
Soy Eponine la del comentario anterior (y la de este).
Eso te pasa por tocar lo que no debes.
A mi me ha gustado, sea nuevo o no, ya que no lo había leido.
PD.: Yo si soy Lukas
Menos mal que era un sueño. Porque si realmente emanaran de nuestra cabeza cuando dormimos, todo lo que hemos estudiado a lo largo de la vida o nos han dicho... habría letras hasta en las suelas de los zapatos.
Interesante leer la vida de uno en las sábanas...
Un abrazo
es como una osmosis pero al reves, y lo de llevar los calzoncillos a la lavadora...¿quien no?
¡Genial! Además cómo me has hecho reír... qué buena ocurrencia, original, eso de las palabras que se te han salido y andan por ahí...
Yo soñaba las respuestas de los exámenes y quería verlas por las mañanas en las sábanas... claro que nada de nada.
Y, el inconsciente no engaña, ¿qué pasaba con la profesora de Lengua?
Abrazos
PS. Muchos símbolos...
Letras desparramadas. Letras con sentido y sin el. Yo también me enamoré de mi maestro de literatura.
;-)
Besitos
Jeje... la frase final lo dice todo.
XDDDD
Un besazo.
El texto es excelente aunque yo diría que se trata de las cuitas proustianas de un niño rico. ¿Dónde se ha visto que un crío pueda comerse dos bollos de leche en el desayuno diario antes de ir al cole? Como mucho uno los domingos y ya vale.
Yo, sin venir de una casa tan pobre como la de Krapp (:P sin acritud doctor, ya lo sabe), me atrevo a preguntarte el nº de tu camello, porque yo quiero fumar lo mismo que tú :P
Un beso, soport. Me ha gustado mucho el texto. Se sale de lo normal. Y me recuerdan bastante a los que le sudan de la mente al doctor Krapp, la verdad...
Si en el sueño saliesen dientes que se caen, como en los de Lukas, tendría mucho más protagonismo la madre castrante del final. Es un texto que me encanta.
PS: Casi pongo sangrante en vez de castrante y teto en vez de texto. Que venga el Dr- Freud.
Ja ja, eres un crack. De dónde has salido?
primera visita a tu blog...pero no será la última: me ha encantado! gracias por darte a conocer en el mío...
Jajaja, Efter, mucho jugar al teto quieres tu. Pero unido a lo de sangrante o_O , me da miedo....
A mi me arrancaba los dientes Eponine! Pero como ya me contó el doctor lo que significa, ya estoy tranquilo ^^.
Sin letras que decirle me he quedado. Todo está dicho en las sábanas.
Nada más lindo que soñar el erotismo de las letras. Precioso!
me gustó mucho!
otra cosa: terminé de leer la historia de martín y antonia.
para serte sincero, los primeros capítulos me encantaron, me enganché mucho con la historia, era un policial muy atrapante. pero a partir del capítulo trece todo cambia y parece que estuviera leyendo otra cosa... magía, poderes...
y el final, pareció como si te quisieras sacarla historia de encima para escribir otra cosa, por qué este cambio?
un beso
Entonces no has leído todo Galán... Soport tenía comprometida la historia con una editorial (G...-no-se-que) y le estaban achuchando para que entregase rápido...
De nada ;)
Muy bien escrito, desde mi punto de vista. Casi redondo.
Gracias a Lukas, Eponine, Sombras en el corazón, El jardinero, Coro, Piel de letras, Caotico jq, Dr krapp, Novicia (como siempre, imprescindible, gracias por la aclaración que le haces a Krapp) a Efter, Alfonso, Jin, Dr Freud, Ana, Galán de Barrio, Raul. Muy agradecida por leer este relato lleno de simbolismos como dice Coro y de sueños húmedos, sudando letras me tenéis todos vosotros. los que me seguís. Preparando el próximo estoy, a ver si lo sudo en una siesta y me sale todo redondo, como dice Raul.
Besos a todos!
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